"Era evidente que ya me había jodido, -más que eso-, me había enamorado. Cada vez que alguien hablaba de amor, era inevitable no pensar en su nombre, era un pensamiento constante, siempre, bajo cualquier circunstancia estaba en mi cabeza y no podía hacer nada para sacarle, ni alejarle de ella. Todo mis intentos por hacerlo fueron fallidos, me encabezoné unas cuantas veces para escapar de mis pensamientos y eso solo ocasionó que le trajera con más intensidad a ellos. Lo intenté con todas mis fuerzas para ahuyentarle por un par de minutos, - a su vez-, solo me desesperaba aún más y traía consigo otro problema, escribir cursilerías para él, lo ultimo que intenté fue poner resistencia a los sentimientos hacia él, y ese fue mi fracaso más grande, por qué no logré ponerme de acuerdo con mi corazón, y es que es muy jodido tratar de poner resistencia algo que ya te ha consumido por completo y más aun querer ocultar algo que era evidente. Era desconcertante la manera que había entrado en mí, tanto que des de entonces no pude decirle un te quiero a nadie más con tanta intensidad por que sentía que le estaba traicionando, era como si todos los mis 'te quiero' le pertenecieran, aun me sigo preguntando ¿En que momento paso a ser mi marca de heroína? ¿Cómo ocurrió? Lo único que sabía era que ya estaba jodida y que por destino o por caprichos de la vida, me había tocado retomar aquellas palabras que había jurado no pronunciar más."